No se nace. Se hace…

Ya tengo mi blog preparado, me he pasado horas diseñando y aprendiendo cómo hacer mi propia página web. Poco a poco he ido creando contenido y añadiendo la información de todas las páginas donde estoy apuntado. He puesto todos mis enlaces de referido estratégicamente y los banners hasta parecen atractivos. Qué bonita me ha quedado la página web, voy a conseguir miles de referidos. Las horas que he pasado diseñando el logo y la plantilla van a dar sus frutos. Empiezo a frotarme las manos.

Ya he comprado mi propio dominio. Me han recomendado un punto .com, esto va a ser la bomba. Es el momento de subir todos los archivos al servidor. Estoy nervioso. Sigo frotándome las manos. Cierro los ojos y me veo en un jacuzzi, con buena compañía y una botella de Dom Pérignon. Llueven dólares.

Transfer complete. Ya está, mi nueva página está online. Ya sólo queda esperar a que se registren los referidos. Me delata una sonrisa diabólica mientras me sigo frotando las manos.

25 minutos más tarde entro en mi cuenta de Beruby para ver si he conseguido algún referido. Vaya, no hay ninguno. Voy a mirar en ySense, a lo mejor allí ya tengo uno. Pues nada. Y en Univox, Freebitcoin, Timebucks… tampoco. A lo mejor es pronto todavía, les tengo que dar tiempo para que se registren.

Vuelvo al de 3 horas y todo sigue igual. Pasan dos días y no he conseguido ningún puto referido. Al de una semana ya estoy por romper la puta pantalla. Pasa un mes, dos meses… y me rindo. ¿Qué pasa? ¿Por qué no se registra nadie?

Moraleja

Por muy bonita que sea tu nueva página, por muy bonitos colores que tenga y por muy buen diseño que tenga… Si nadie sabe de su existencia no hay negocio.

Al igual que se trabaja el diseño de una página, hay que trabajar el tráfico web, las visitas y el contenido. ¿Y cómo se consigue eso? Una opción es poniéndote en el lugar de una persona que no conoce tu página. ¿Cómo puede llegar esa persona a tu nueva página? Fin. 😉