El término crowdfunding hace referencia a la financiación colectiva de un proyecto, normalmente llevada a cabo a través de Internet.
Aunque existen muchos precedentes de este tipo de financiación en el mundo ofline, el término “crowdfunding” no se acuñó hasta 2006. Para entonces ya existía la plataforma Kiva, especializada en préstamos a emprendedores en países desfavorecidos, y se habían organizado de forma exitosa varias colectas mediante la red.
¿Qué tipos de crowdfunding hay?
A pesar de que se tiende a asociar el crowdfunding con actividades sin ánimo de lucro (o en las que a lo sumo recibes una contraprestación no económica por tu participación) esto no siempre es así. Existen cuatro tipos de crowdfunding, catalogados según su finalidad.
Crowdfunding de donación
Como su nombre indica, esta modalidad no ofrece ningún tipo de contraprestación. Participas porque quieres apoyar una buena causa, sin más. Mi Aportación y Teaming son dos ejemplos de plataformas que trabajan este campo.
Crowdfunding de recompensa
En esta modalidad entregas tu dinero a cambio de algo, te conviertes en mecenas de un proyecto. Las recompensas ofrecidas suelen variar según el proyecto y la cantidad aportada, y pueden ir desde una mención en las redes sociales hasta una comida exclusiva con el promotor de la idea.
El crowdfunding de recompensa también se utiliza mucho para campañas pre-venta, cuando se busca saber la demanda que tendría un determinado artículo. En estos casos pagas por adelantado un producto que aún no existe y cuya fabricación depende del éxito de la campaña.
Las plataformas de recompensa son las más conocidas y las primeras que vienen a la cabeza cuando escuchas la palabra “crowdfunding”. Algunos ejemplos son: Verkami, Indiegogo, Lánzanos y KickStarter.
Crowdfunding de inversión
Este es el llamado equity crowdfunding. Aquí inviertes en el capital de las empresas para ser socio y participar de sus beneficios. Las empresas que recurren al equity crowdfunding ceden un porcentaje de participación a los inversores. Normalmente no es un porcentaje amplio, por lo que se trata de inversores minoristas que no pueden influir significativamente en el rumbo de la empresa.
De otro lado, algunas de las empresas que buscan financiarse son de reciente creación (tienen menos de tres años) y por tanto invertir en ellas da derecho a deducciones fiscales. Las deducciones se hacen sobre el IRPF de las rentas del trabajo, son acumulables y aplican a nivel estatal (hasta el 20% de la cantidad invertida) y autonómico (hasta el 30%, varía según la autonomía).
Como en cualquier otra inversión, optar por el equity crowdfunding tiene sus riesgos, ya que el destino de tu dinero está ligado al devenir de la empresa. Si la gestión es buena saldrás ganando, pero si la empresa quiebra perderás parte o la totalidad del capital invertido. Para minimizar el riesgo las plataformas aplican sus propios filtros, de modo que tan sólo un pequeño porcentaje de las empresas que buscan financiarse logran abrir una ronda de inversión.
Las plataformas de equity crowdfunding suelen requerir cantidades algo elevadas (500€ – 1.000€) para empezar a invertir. No obstante, Crowdcube da la posibilidad de empezar con muy poco dinero: 10€. Crowdcube es la mayor plataforma de equity crowdfunding. Aunque la filial española tiene tan sólo dos años, en Reino Unido llevan trabajando desde 2011, tiempo en el que han financiado a más de trescientas empresas por un importe superior a los doscientos millones de euros. La matriz británica está regulada por la Financial Conduct Authority, y la filial española está en proceso de autorización por la CNMV.
En Latinoamérica el crowdfunding de inversión está presente en pocos países. Aquí podemos nombrar a Broota (Chile) y Crowdfunder y Play Business en México.
Crowdfunding de préstamo
Más conocido como crowdlending. Esta variante gestiona préstamos a empresas (P2B) o a particulares (P2P). En el crowdlending el inversor básicamente ocupa el lugar que tradicionalmente ha tenido el banco. En lugar de solicitar el préstamo a una entidad bancaria, la empresa recurre a la financiación colectiva.
El crowdlending funciona mediante un sistema de subastas en las que los inversores detallan la cantidad que quieren aportar y el interés que quieren cobrar (aunque hay plataformas que trabajan con un tipo de interés fijo). Una vez alcanzado el objetivo, el interés final se calcula promediando las pujas con interés más bajo. Básicamente hablamos de préstamos con un tipo de interés entre el 6% y el 9%. Las empresas pueden rechazar las pujas, así que tampoco es bueno pedir un interés muy alto para evitar quedarte fuera de la subasta.
Una vez se alcanza el objetivo y se formaliza el préstamo la empresa comienza a devolverlo a mes vencido, por tanto vas recuperando tu dinero mensualmente. A diferencia del equity crowdfunding (donde las comisiones las paga exclusivamente la empresa) las plataformas crowdlending cargan comisión al inversor, descontando una parte en cada pago realizado.
El riesgo de invertir en crowdlending está claro: el impago. A pesar de que las empresas (o particulares) han pasado los filtros correspondientes, esa posibilidad siempre va a estar ahí. En estos casos las plataformas actúan en nombre de todos los inversores e inician el proceso de recobro amistoso, llegando a la vía judicial si se diese el caso. Pero a pesar de esto, el riesgo de perder el dinero siempre va a estar ahí.
En España la inversión en crowdlending es asequible, ya que la mayoría de las plataformas dejan invertir a partir de los 50€. Como ejemplos citaré a Arboribus (que permite invertir a partir de 20€), Funding Circle (la antigua Zencap) y Grow*ly.
Y en Latinoamérica, pues citar a Afluenta (Argentina y Perú), Becual (Chile), Kubo Financiero (México) y Prestamena (Paraguay).
Otros
Dentro de las opciones de inversión podemos encontrar dos variantes:
- Crowdfactoring, que se especializa en el anticipo de facturas y descuento de pagarés. Esto es básicamente crowdlending, y en España se puede invertir a través de Circulantis, Loan Book y Finanzarel.
- Crowdfunding inmobiliario, que en esencia es el equity crowdfunding aplicado al mercado inmobiliario. Entre los inversores financian la compra de un inmueble que posteriormente se explota mediante alquiler y/o venta. En España la mejor plataforma para invertir es Housers. En Latinoamérica cito a CfIA (Crowdfunding Inmobiliario de Argentina) y Briq (México).
Finalizando
He intentado resumir grosso modo lo que es el crowdfunding, haciendo hincapié en las opciones de inversión porque entiendo que son la que más interesan al lector. Es complicado detallar mucho en un sólo artículo, aunque confío que al menos el funcionamiento de cada modalidad haya quedado claro.
En lo referente al crowfunding de inversión (y aquí me refiero tanto al crowdlending como al equity crowdfunding), añadir que en España está regulado por la Ley de Fomento de Financiación Empresarial, por tanto las plataformas deben ceñirse a lo que marca la ley y no pueden actuar a su libre albedrío.
Además, la ley distingue entre inversores profesionales (acreditados) y no profesionales (los no acreditados), con el objeto de controlar las cantidades anuales que se pueden invertir. En el caso que nos afecta a la mayoría (supongo que pocos millonetis hay haciendo clics), los límites son 3.000€ por proyecto y 10.000€ en total (o sea: en todos los proyectos de todas las plataformas en que participes).
Y esto es todo. Un saludo y hasta la próxima.
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